El nombre del pueblo tal y como lo conocemos en la actualidad es un tanto reciente, ya que históricamente ha sido conocido con muchos nombres, aunque en su mayor parte ha sido como San Vicente o San Vicente de los Olleros. Éste último nombre alude al pasado importante que tuvo la industria de la cerámica  en la localidad. Continuando con el término, hemos de tener presente que el pueblo se ubicaba en el camino que pasaba de Vitoria-Gasteiz a San Vicente de la Sonsierrra.  A partir del siglo XVIII se fue diferenciando a los dos San Vicentes de la ruta, denominando al núcleo poblacionalmente más reducido como San Vicentejo, que no es sino un diminutivo de San Vicente.

Parroquia de San Jorge.

Modesta construcción del siglo XVI con algunos añadidos de la centuria siguiente. Cuenta  con unos bellos ejemplos de imágenes locales del siglo XVII como la Virgen del Rosario y el San Jorge que encontramos en el retablo del altar mayor. Pero sin duda, el elemento religioso más destacado de la localidad no es este de San Jorge.

Ermita de la Purísima Concepción.

Esta pequeña pedanía cuenta entre su caserío con una de las joyas arquitectónicas del Condado, la ermita de la Purísima Concepción, antiguamente conocida con la advocación de San Vicente que dio nombre al pueblo.

Esta ermita es uno de los edificios románicos más citados, que no estudiados, en todos los trabajos  de investigación referentes al románico en el País Vasco  y en Burgos.  Su construcción se realizó a mediados del siglo XII. 

En la iglesia intervienen dos talleres de artistas diferentes. El ábside es realizado por un taller y el segundo realiza la nave. Ambos tienen una considerable calidad constructiva, pero el primero de ellos destaca especialmente por sus elementos escultóricos y su acentuado sentido de la composición arquitectónica.

El exterior es uno de los elementos más sobresalientes, especialmente por la complejidad del ábside, que se articula mediante un repertorio amplio de volúmenes, arcos y  decoraciones. En él vemos como aparecen arcos de medio punto, apuntados y trilobulados organizados secuencialmente. De igual forma podemos ver que las pilastras, que dividen el ábside en cinco cuerpos, se realizan mediante dos semi-columnas adosadas que flanquean un pilar de sección poligonal. Pero sin lugar a dudas, una de las mayores variedades es la diferenciación de volúmenes dentro del ábside, ya que si la planta es circular en su parte baja, pasa a ser poligonal en el cuerpo de ventanas para volver a ser semicircular en la parte alta del ábside.

Esta secuencia compleja está aderezada por numerosos elementos escultóricos que nos sorprenden, ya que en ellos todos ellos son completamente diferentes.

En contraste con el exterior, en el interior del templo destaca especialmente su sobriedad y su contención decorativa. Sus dos credencias, así como las representaciones relacionadas con bestiarios de su línea de imposta interior son los elementos internos más bellos. Probablemente esta decoración manifieste un mensaje iconográfico o doctrinal que aún no ha sido desentrañado.

En las campañas de turismo organizadas por el Ayuntamiento del Condado de Treviño el edificio cuenta con apertura publica. Para más información acerca de horarios consulte www.turismocondadodetreviño.es.

Tradiciones.

El día 15 de agosto, fiesta de la Virgen de la Asunción, los habitantes de San Vicentejo, junto con los de Aguillo, Ajarte, Imíruri y Uzquiano suben en romería hasta la Ermita de Nuestra Señora de Burgondo, ubicada en el despoblado de Ochate. Estos cinco pueblos formaban una cofradía que era conocida como “La Letanía”. 

ermita de la Purísima Concepción representación de animales en columnas Figuras humanas en columnas Hojas en columnas