Dinosaurios en el Condado de Treviño

El recorrido histórico del Condado de Treviño comienza  hace más de 65 millones de años, cuando  gran parte de nuestro territorio se hallaba sumergido en el mar y  otra parte de nuestra tierra era una marisma. Por las evidencias encontradas en la pedanía de  Laño conocemos que en estas tierras pantanosas existieron Hadrosaurios1].

Prehistoria en el Condado de Treviño

Abundantes son los yacimientos prehistóricos presentes en el Condado de Treviño a lo largo de las cuencas de los  ríos Ayuda y Rojo.

Del Paleolítico superior (ca.200.000-125.000 a.C.) son varios los conjuntos de utensilios tallados de esta época los que se han encontrado en la región, aunque fuera de estratigrafía y por tanto descontextualizados,  entre ellos destaca el hallado en Mediguri (Laño).

Ya en el paleolítico medio, entorno al  año 75.000 a.C,  el hombre Neandertal había ocupado las tierras de nuestro municipio a juzgar por los datos aportados en yacimientos como el de “Murba” (Torre-Samiano) que se caracterizaba por ser un taller de aprovisionamiento de material lítico para los utensilios.

Posiblemente en la actualidad uno de los conjuntos más sorprendentes en relación a la cantidad de información aportada  para el Mesolítico y el Neolítico es el yacimiento de “Mendandia” (Sáseta) cuya cronología abarca desde el 6.500 al 4.400 a.C. entre cuyas novedosas aportaciones y descubrimientos destaca  una de las cerámicas más antiguas de la península Ibérica (fechada hacia  el 5.200 a.C). Otro de los yacimientos más conocidos de esta cronología es Montico de Txarratu (Albaina)

Las edades de los metales, ha sido una época poco estudiada en el Condado, por lo que tal vez las conclusiones sean un tanto parciales. En un entorno predominantemente agrícola y sin grandes núcleos de población, pocos son los yacimientos que cuentan entre sus piezas con objetos metálicos, teniendo una presencia meramente testimonial, ya que gracias a su abundancia, los utensilios continuaron haciéndose preferentemente de sílex. Entre los yacimientos de estos períodos destaca el de “El Calvario” (San Martín de Zar) y “Las Canteras” (Burgueta).

Época  Antigua; entre celtas y romanos.

Las incursiones propias de los pueblos celtas en la península tuvieron también su lógica presencia en nuestro municipio. De hecho una de las teorías que tradicionalmente se da al nombre de Treviño es que constituye una derivación de Trifinium (tres límites), explicando el hecho de que era el  lugar dónde confluían las fronteras de los territorios propios de tres pueblos celtas, Autrigones, Caristios y Várdulos. Si bien hemos de reconocer que hasta 1161, la comarca será conocida  exclusivamente  como Uda.

Varios son los ejemplos de castros que han sido estudiados en el Condado como Santuste (Ocilla) o San Formerio (Pangua). Son estos pueblos mestizos entre   población  de origen celtibérico y de origen autóctono los que iniciaron contactos con los romanos. Las tierras del Condado fueron romanizadas al igual que nuestro entorno hasta una total integración económica, social y política en el imperio. Actualmente hay investigaciones abiertas para resolver si la aculturación de éstos pueblos fue por influencia o si tal vez hubo también algún conflicto armado, dado que hay indicios de ambas posibilidades. Ya en el siglo I a.C. lo más probable es que la zona se ubicase en el área de influencia de la ciudad de Iruña-Veleia (Nanclares de Oca, Álava), importante núcleo que llegó a albergar unos 8.000 o 10.000  habitantes. En consecuencia en  las comarcas circundantes proliferaron pueblos y explotaciones agrícolas y ganaderas para abastecer este centro. De ello dan fe varios yacimientos arqueológicos de asentamientos romanos o romanizados como San Andrés (Argote),  Los castillos (Torre), Las Canteras (Burgueta), o Uralde (Araico).

El Condado de Treviño en la tardoantiguedad y alta edad media.

La desaparición del estado romano a manos de los llamados pueblos bárbaros instauró una época de inestabilidad y confusión. Afortunadamente  gracias a  los numerosos esfuerzos de especialistas en este periodo se puede reconstruir en parte la evolución de nuestro territorio en estos siglos.

Los términos de autrigones, várdulos y caristios desaparecen de las crónicas siendo sustituidos por vascones. Dado que durante la romanización hay un pueblo así llamado asentado en el área de la Navarra actual se cree que los vascones se extendieron hacia la cordillera cantábrica instalándose en nuestra región aunque  se contempla que pudo ser simplemente un desplazamiento del etnónimo y no una expansión física del pueblo vascón.

En todo caso estaríamos hablando de pueblos relativamente autónomos con influencias tanto de los recién creados reinos Visigodo al sur y Franco al norte.

El hecho político más importante de este periodo es la invasión árabe de la península en el año 711. El Condado no será ajeno a ella,  puesto que las líneas defensivas que los reinos y territorios cristianos establecen frente a los invasores discurren a través de nuestro territorio.  Algunas de las fortalezas que configuran estas líneas fueron  la de San Formerio (Pangua) y la del mismo Treviño (pese a que la villa no había sido fundada aún, hay constancia de la existencia de un castillo anterior). Algunas de las razias árabes tuvieron como objeto principal el castigo y saqueo de la zona en la que nos encontramos. Destacaremos tan sólo la realizada en el 924, reinando Abd-Al-Rhamann III en Córdova,  cuando se asaltaron  30 fortalezas de estas líneas. Tan fuerte es el expolio y el daño producido que en el 933 aún se encontraban tan debilitadas las fortalezas que no pudieron hacer frente a una nueva razia que penetró hasta Pamplona.

De forma particular hay que destacar que en éstos momentos de inestabilidad  afloran  varios eremitorios, lugares a los que algunas personas deciden retirarse por motivos religiosos. El caso más conocido es el de los conjuntos de Santorkaria y Las Gobas (ambos en Laño), que con posterioridad (s VII-IX) fueron ocupados por familias, desplazando a los eremitas y modificando los cenobios para la creación de las iglesias y de algunas viviendas, configurando verdaderas poblaciones.

A medida que los reinos cristianos se van consolidando, ampliando y desplazando las fronteras hacia el sur, estas fortificaciones pierden importancia.  Durante la mayor parte de la alta edad media el Condado se encontrará   en una zona fronteriza entre Navarra y Castilla por lo que serán frecuentes las disputas entre reinos. Pese a ello  en líneas generales podemos concluir que la zona se encontraba  integrada en el reino de Navarra  o por lo menos en  su área de influencia, no hemos de olvidar que durante los siglos X y XI era el estado más pujante y desarrollado de los peninsulares.

Los prósperos siglos XII y XIII.

Los siglos XII y XIII constituyen un periodo de bonanza económica, evidenciada  especialmente por  marea constructora que inundó el condado de Treviño de numerosas iglesias y ermitas románicas. Muchas de ellas  las conservamos en la actualidad total o parcialmente. Se acusa en este momento un aumento de población que favoreció la creación de nuevos pueblos en tierras abiertas hacia la cuenca del Zadorra y del bajo Ayuda y hacia el sur. Algunos de ellos serán Ozana, Muergas, Cucho, Villanueva de Tobera o Zurbitu.

Dos son políticamente los sucesos más importantes en estos siglos. El primero la fundación de la Villa de Treviño en 1161 por el rey Sancho VI de Navarra. Lógicamente la villa, pujante en estos momentos, fue la población más dinámica, económica, poblacional y culturalmente de la comarca de Uda. Será esta la primera de las muchas fundaciones que este rey hizo a fin de consolidar la frontera con Castilla, que  comenzaba a imponer su hegemonía en la península.

El otro acontecimiento más destacado se produjo en el año de 1200; Alfonso VIII de Castilla logra ampliar sus dominios, anexionando Guipúzcoa y Álava. En el caso de Treviño, la villa fue sitiada y atacada, pero permaneció inexpugnable para el castellano. Siendo conscientes de la situación los reyes Sancho el fuerte de Navarra y Alfonso VIII negociaron la capitulación e incorporación  de Treviño al reino de Castilla.  En la negociación el castellano entregaba al navarro Miranda de Arga, Mendavia, Larraga y otras villas a cambio de la plaza treviñesa. Tras la incorporación, los reyes castellanos concedieron numerosos privilegios a la villa treviñesa.

Cuando el Condado comenzó a ser Condado; finales de la edad media.

Si bien es cierto que el territorio del actual consistorio ha estado unido administrativamente desde la creación de la villa de Treviño, no era conocido como condado puesto que tan sólo era señorío de realengo.  La situación cambiará el 8 de abril del año 1366, día en que se produce  la donación  del Señorío de Treviño por parte de Enrique II de Castilla a su Adelantado Mayor Pedro Manrique de Lara. Desde este momento serán los señores  quienes detentarán el privilegio de recaudar impuestos, nombrar alcaldes y administrar la justicia.

Los Manrique de Lara, al igual que otras poderosas familias como los  Ayalas, Guevaras, Mendozas, Álvarez de Toledo o Medinaceli, intentaron durante todo el siglo XV ennoblecer sus posesiones con títulos que acrecentasen su prestigio.  Así, en 1453,  Diego Manrique de Lara consiguió elevar al rango de Condado su señorío de Treviño, titulo confirmado por los Reyes Católicos en 1482, año en el que el hijo de Don Diego, Pedro Manrique de Lara logra el Ducado de Nájera, villa que poseía desde 1465.

Varios son los testimonios  de la casa condal que aún permanecen en el municipio, entre ellos destaca el ala este del palacio renacentista que los Condes construyeron en la villa de Treviño, que actualmente alberga la sede del consistorio.

En 1417 las villas de Treviño, Vitoria  y Salvatierra promueven la creación de una hermandad a fin de luchar contra los excesos de la nobleza y  combatir malhechores, conocida posteriormente como la primera hermandad de Álava  Por causas aún no conocidas esta unión no tuvo trascendencia y se disolverá al poco tiempo. Finalmente  en 1458 se crea la segunda hermandad de Álava, en la que Treviño no participó,  cuya evolución finalizará en la  actual provincia de Álava. A lo largo de la historia esta hermandad recibirá privilegios y exenciones que en su conjunto se conocen  como los fueros alaveses.

Edad Moderna en el Condado de Treviño

En el siglo XVI, el Condado de Treviño de nuevo vive un momento de  esplendor y apogeo. Como suele ocurrir, las consecuencias de este incremento económico se reflejan en las obras artísticas con las que los treviñeses engalanaron sus templos. 

La pujanza económica en este caso no vino acompañada de una fuerte vida política al estar sometidos al control de los Manrique. El linaje de los Condes  se contaba entre las familias más poderosas del imperio hispano con fuertes lazos con la corte y el gobierno de los reyes Austrias. En el Condado, a diferencia de otros señoríos manriqueños, no se han documentado levantamientos antiseñoriales. La contundencia de los Duques de Najera-Condes de Treviño en sofocar las insurrecciones de Nájera de 1520, tachadas  en su momento de rebelión comunera, posiblemente pudieron actuar como mensaje disuasorio para futuras y posibles revueltas en sus posesiones.

Pese al brillante periodo inicial que el municipio hizo en la edad moderna, la etapa final será la que marque la decadencia en todos los órdenes tanto del condado como de la casa condal.

En 1600, muere el IV Duque de Nájera y V Conde de Treviño, y hereda el mayorazgo su hija Luisa Manrique de Lara. Desde esta fecha el titulo y la casa se unen al Marquesado de Elche, iniciando un proceso de pleitos sucesorios y de venta de posesiones y tierras que hacen que las vinculaciones entre condes y condado se vayan diluyendo.

Para el condado, el siglo XVII es económicamente reducido y en la administración se vivirán varias escisiones. En 1670 las poblaciones de Sáseta y Pariza compraron su villazgo al rey Carlos II y  en 1743 será Añastro quién hará lo propio. En definitiva estas poblaciones se disgregan de Treviño2] para convertirse en ayuntamientos independientes. Las tres villas pertenecerán al Condado de Treviño como señorío, pero el Condado como unidad administrativa quedó dividido en cuatro ayuntamientos, Añastro, Pariza, Sáseta y Treviño (la Villa más el resto de poblaciones)

El siglo XIX

En el plano político el Condado volvió a recuperar su relevancia militar al convertirse en el escenario de diversas luchas. Durante la Guerra de la Independencia en el condado hubo tropas francesas que provocaron perjuicios en los pueblos, no nos extraña por tanto que en los libros parroquiales se registre por aquellos años pagos de reparaciones después del paso de tropas o de acciones armadas entre los franceses y guerrilleros. Entre los sublevados-libertadores destaca el guerrillero Longa, natural de la  vecina localidad de La Puebla de Arganzón.

Poco después durante las guerras carlistas, varias fueron las contiendas celebradas en nuestra tierra. Las más importantes fueron libradas entorno a la capital y su castillo.

En la primera guerra carlista el general Zumalacárregui, acampado en las Ventas de Armentia, acometió el asalto del castillo de Treviño, en manos de las tropas isabelinas. Tras la victoria el general carlista optó por dinamitar el fuerte para evitar en lo sucesivo su utilización por las tropas liberales.

El 7 de julio de 1875 trascurrió la batalla de Treviño, inserta  en la última guerra carlista, dónde los 98 lanceros alfonsinos dirigidos por el Coronel Contreras vencieron a  la infantería del pretendiente.  Tan célebre fue el enfrentamiento que quedó inmortalizado  en varias obras pictóricas como las realizadas por Eduardo Banda para Museo del Ejército o por Víctor Morelli para la Academia de Caballería de Valladolid.

Como se ha visto muchos son los sucesos reseñables del siglo XIX, entre ellos otra fecha merece nuestra atención, 1833. En este año,  reinando Isabel II, Javier de Burgos, ministro de la regente Maria Cristina, elaboró una división de España por provincias en la que el Condado de Treviño fue adscrito a Burgos. Los parámetros utilizados fueron los jurídicos (las leyes y privilegios de cada territorio) y los geográficos. Dado que el Condado no participaba de los Fueros alaveses, primó el criterio jurídico y no el geográfico, por lo que no se integró en la provincia de Álava sino en la de Burgos.

En 1845 se suprimen por orden de la Ley Municipal del 14 de enero todos los municipios de menos de treinta vecinos, por tanto los Ayuntamientos de Páriza y Sáseta quedan disueltos e incorporados de nuevo al de Treviño.

El siglo XX.

El acontecimiento más feliz en los inicios del siglo XX en el Condado fue la inauguración de la central eléctrica de Pedruzo en 1915, que posibilitó que en 1920 hubiese luz en las viviendas del municipio. Pero no nos engañemos, nuestro territorio continuará  durante la primera mitad del siglo con una economía fundamentalmente agrícola.

En 1925, el Ayuntamiento de Añastro quedó integrado en el del Condado de Treviño, así se reconstituye la unidad administrativa creada desde 1161 configurando nuestro municipio tal y como permanece en la actualidad.

La guerra civil, como en el resto del país se vivió de forma traumática, incluso con injustos ajustes de viejas cuentas y rencillas. Políticamente y militarmente el Condado se enmarcó en la llamada zona nacional al encontrarse entre los alzamientos de las capitanías generales de Burgos y de Vitoria-Gasteiz.

En la  década central  del siglo se vivió una fiebre del oro negro gracias a  las prospecciones petrolíferas en las localidades de Laño y Dórdoniz.  Desgraciada o afortunadamente no se encontró oro líquido  por lo que las torres extractoras no proliferaron en el paisaje treviñés, que tan sólo “exportó” apenas mil litros del  pozo experimental de Laño.

El siglo XXI

Difícil nos es expresar cómo es en la actualidad el Condado de Treviño, o que acontecimientos son más relevantes e importantes en nuestro  municipio ya que el cariño y el orgullo nos hacen ser subjetivos, por lo que tan sólo nos queda invitarle a que nos visite y sea usted, con nosotros, el que viva nuestra “historia actual”.


1] Dentro de esta familia  de dinosaurios se hallan varias especies. En el caso de Treviño no se ha podido especificar la especie.

2] Por claridad, con Treviño me referiré al Ayuntamiento que actualmente es conocido como Ayuntamiento del Condado de Treviño.